Dormir muy poco sería un signo, o hasta una causa, de los trastornos emocionales, la ansiedad y los pensamientos suicidas en la población adolescente, según indica un estudio de Europa. Esto se concluye tras analizar los hábitos de sueño de casi 12.000 adolescentes de 11 países europeos. El estudio fue conducido por la Dra. Laura Mandelli, profesora asistente de psiquiatría de la Universidad de Boloña, Italia. Lea más aquí.