Un estudio realizado por
investigadores del Departamento de Medicina Comunitaria de la Universidad de Bristol (Reino
Unido), dio seguimiento a un grupo de 4000 niños desde los 4 1/2 hasta los 7
años de edad. Se buscó la relación entre los trastornos de conducta y el consumo
de comida “chatarra.”
Se cuantificó, a través de
entrevistas con las madres, el consumo de 57 alimentos y bebidas, para obtener
un “factor de alimentación chatarra” con cada niño del estudio. Los niños con mayor factor de consumo "chatarra", eran a su vez, menos propensos al consumo de vegetales. Se empleó como
escala de observación un cuestionario de fortalezas y debilidades que evaluaba
cinco áreas: hiperactividad, problemas de conducta y de relación, síntomas
emocionales y comportamiento de socialización.
Tras el seguimiento durante
los años del estudio, se concluyó que una dieta alta en comida “chatarra”
durante la niñez temprana, aumentaba la probabilidad de los niños de hallarse
dentro del tercio más alto de la escala de hiperactividad empleada, al llegar a
los 7 años de edad. Concluyen que esto puede reflejar, desbalances
nutricionales a largo plazo, o bien diferencias en los estilos de crianza de
los hijos. Recomiendan más estudios para confirmar conclusiones.
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