Es un tema ampliamente comentado la relación observada entre los problemas de concentración y la hiperactividad, con los niveles de glucosa ("azúcar") en sangre.
Dominique Abran, de la Asociación de Naturópatas de Quebec, hace una síntesis de los factores relacionados con la dieta, principalmente en función de los azúcares refinados, y los trastornos de concentración y conducta.
Explica que el origen del trastorno de déficit atencional con hiperactividad (DAH) es multifactorial, y que el manejo habitual asocia la terapia psicológica, incluyendo terapia del comportamiento y los fármacos. No obstante, muchos padres terminan por evitarlos en función de los efectos colaterales. Dentro de estos, los más frecuentes son la pérdida de apetito, de peso, dolores de cabeza, abdominales, trastornos del sueño y elevación de la presión arterial. En función del fracaso con los fármacos, o con su intolerancia a ellos, la atención a los factores alimentarios toma relevancia.
Explica además cómo la insulina (hormona que regula nuestro nivel de azúcar en sangre), es secretada en las cantidades necesarias para regular este nivel, principalmente después de una comida. Algunos niños son especialmente sensibles a los azúcares concentrados y refinados, generando una respuesta insulínica que los lleva a la hipoglicemia (descenso del nivel de azúcar). Los alimentos tienen diferencias en su "índice glicémico" (capacidad de elevar su nivel de azúcar en la sangre en un determinado tiempo).
La hipoglicemia puede manifestarse con síntomas desagradables tales como fatiga, concentración difícil, impaciencia, irritabilidad, malhumor, etc.
Repasa la importancia, no solo de evitar los productos con altas concentraciones de azúcar refinado, sino también procurar una alimentación sana, a través de alimentos nutritivos que incluyen un adecuado equilibrio de grasas sanas y proteínas de calidad.
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