Cada vez son más las investigaciones
que comprueban lo establecido por el Dr. Edward Bach, descubridor de la terapia
floral que lleva su nombre: las emociones tienen un efecto profundo en nuestra
salud. No solo afectan al sistema inmunológico, sino que crean predisposiciones
a muchas enfermedades.
Se describe el término “burnout” o "quemado por el trabajo" como una respuesta inadecuada a un estrés crónico caracterizado por: cansancio
o agotamiento emocional, despersonalización o deshumanización y falta o
disminución de realización personal en el trabajo. Ocurre principalmente entre trabajadores
que mantienen un contacto constante y directo con la gente, como son los
trabajadores de la educación, de la salud o del ámbito social. Dentro de los
factores que participan en su aparición se describen la relación intensa con
otras personas, el sentimiento de estar emocionalmente agotado y exhausto
debido al trabajo que se realiza, junto con la sensación de que no se tiene
nada que ofrecer psicológicamente a los demás.
Las esencias florales de Bach actúan
como armonizadores de la energía emocional. Entre las conductas o actitudes que se relacionan con este síndrome, y son susceptibles de ser influidas por las esencias
florales están: la adicción al trabajo como única fuente de autorrealización y
la dificultad para relajarse y disfrutar de la vida; la pérdida de la
motivación por el trabajo; la impaciencia y la dificultad para tolerar ritmos y
maneras de reaccionar ajenas; los sentimientos de dependencia, la dificultad
para poner límites a la autoridad de los otros sobre sí y la tendencia a llevar
la carga de otros; el agotamiento por exceso de responsabilidad; y el sentimiento de culpa por la
identificación con el fracaso en las tareas.
La ayuda oportuna a los estados
emocionales perjudiciales puede prevenir gran cantidad de problemas de salud y
las esencias florales de Bach pueden ser un recurso especialmente valioso.
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