Desde hace dos siglos el conocimiento médico homeopático ha reconocido que una erupción , si es suprimido por medio de fármacos (externos o no), tiene el riesgo de generar al futuro otros problemas de salud (a corto, mediano o largo plazo). Esto ha sido señalado largamente por la literatura homeopática como causa o adyuvante en el desarrollo de enfermedades crónicas.
El sitio español Jano.es comenta un artículo de la revista Pediatrics que da cuenta de un estudio desarrollado por investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) relacionado con este tema. Ellos concluyen que las alergias son menos probables en los niños que desarrollan la infección de forma natural que en aquellos vacunados contra el sarampión.
Los autores se centraron en niños criados en granjas, con estilos de vida menos ligados al uso de antibióticos, medicinas para tratar la fiebre y vacunas. El estudio incluyó a 12.540 infantes de 5 a 13 años. Según los expertos, las respuestas a cuestionarios indicaron que el 73% de los chicos estaba vacunado contra el sarampión, el 20% se había infectado con la enfermedad (incluido un 11% de los inmunizados) y el 14% no se había vacunado ni infectado naturalmente.
El sitio español Jano.es comenta un artículo de la revista Pediatrics que da cuenta de un estudio desarrollado por investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) relacionado con este tema. Ellos concluyen que las alergias son menos probables en los niños que desarrollan la infección de forma natural que en aquellos vacunados contra el sarampión.
Los autores se centraron en niños criados en granjas, con estilos de vida menos ligados al uso de antibióticos, medicinas para tratar la fiebre y vacunas. El estudio incluyó a 12.540 infantes de 5 a 13 años. Según los expertos, las respuestas a cuestionarios indicaron que el 73% de los chicos estaba vacunado contra el sarampión, el 20% se había infectado con la enfermedad (incluido un 11% de los inmunizados) y el 14% no se había vacunado ni infectado naturalmente.
Entre los niños que nunca se habían infectado con sarampión, aquellos que habían recibido la vacuna eran más propensos a tener alergias nasales, observan los autores.
La Dra. Helen Rosenlund, investigadora principal del estudio comenta “La aparición de desórdenes alérgicos ha aumentado en las últimas décadas, lo que coincide con las menores tasas de infecciones en muchos niños y con un aumento del uso de vacunas”.
Análisis posteriores han demostrado que las alergias eran menos probables en los pequeños que habían desarrollado la infección de forma natural que en aquellos vacunados contra el sarampión. (leer artículo original en Pediatrics)
Comentarios
Publicar un comentario