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Mostrando entradas de mayo, 2010

¿Es necesario creer en la homeopatía para que funcione?

Esta es una pregunta que la gente me hace con frecuencia. Con ella comienza el artículo que me he permitido traducir para compartir con ustedes y que es parte del editorial de la revista Hpahty Ezine. El comentario va mucho más allá que plantearnos una respuesta. ¿Es necesario creer en la homeopatía para que funcione? La mayoría de nosotros respondería "¡No!" Sin embargo, no es tan sencillo. Con el fin de que la homeopatía funcione, usted tiene que tomarla. Ahí está el asunto. Una conocida me contó que su marido había sobrevivido a un derrame cerebral hacía cinco años, pero estaba discapacitado y postrado en la cama. Había indicaciones claras para la homeopatía en este caso "sin esperanza", y me ofrecí a ayudarla. Ella dijo: "Voy a consultar con mi médico." Su esposo todavía sigue en la cama. El año pasado, un compañero con el que jugaba al tenis me contó que tenía cáncer. Le ofrecí ayuda, pero dijo: "Me voy a quedar con el centro de cáncer."

Comer frutos secos reduce el colesterol y los triglicéridos.

Hemos recomendado largamente a nuestros pacientes el consumo de frutos secos o semillas (maní, almendras, nueces, macadamia, ajonjolí, etc.) como parte integral de una buena alimentación. Aunque no están habitualmente incorporadas en nuestra mesa, debemos hacerlo, y no solo considerarlas como golosinas alternativas o condimentos de panadería.   Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Costa Rica y también en los países desarrollados y están representadas fundamentalmente por las enfermedades del corazón y las arterias y los accidentes vasculares cerebrales (o "derrames"). Debemos considerar siempre, con respecto a ellas,  que los cambios de estilo de vida son las medidas de inicio primordiales. Dentro de estas medidas iniciales, el consumo de estas semillas oleaginosas se confirma ahora como medida efectiva. Aparte de sus propiedades nutricionales ya conocidas, los estudios epidemiológicos han asociado su consumo con una disminución del riesgo de

¿Fueron adecuadas las medidas contra la gripe A?

Ha sido largamente discutido en diversos medios como la temida gripe A ha sido mucha bulla... A la par de esto, que la Organización Mundial de la Salud fue especialmenmte diligente con sus alarmas, situación muy conveniente para las compañías farmacéuticas y sus intereses de sacar pronto al mercado nuevas vacunas (especialmente oportuno en tiempo de recesión económica mundial) esperadas por la población con avidez y temor. Un foro organizado hace algunos meses en España, por la Organización Médica Colegial, varios expertos en Medicina Preventiva y Salud Pública coincidieron en señalar la desproporcionada actuación de las Administraciones sanitarias y los intereses económicos y políticos ligados a la gestión y la compra desmesurada de vacunas. Rogelio Altisent, profesor de Bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza expuso que "la prevención es un deber ético de los profesionales y las autoridades sanitarias, pero en ocasiones puede esconder otro tipo de acc

La Academia Americana de Medicina Ambiental advierte sobre riesgos de alimentos genéticamente modificados.

Los factores que originan los procesos de enfermedad pueden resumirse en tres fuentes: la genética, es decir, "lo que traemos" ( "Uno no se enferma de lo que quiere, sino de lo que puede" ); lo que hacemos, es decir, lo que hoy se enfatiza como estilo de vida; y un tercer factor, cada vez más importante, especialmente en las sociedades más "desarrolladas", la iatrogenia (ver: "Medicina mortal" , en entradas anteriores). Dentro de lo que es estilo de vida sabemos que la alimentación cumple un factor clave. Si construimos tejidos nuevos cada día, y la materia prima para construirlos son los alimentos, ¿qué calidad de tejidos podríamos construir si usamos materia prima "basura"? En nombre del progreso científico se han hecho grandes atrocidades, algunas con efectos sobre la salud del ambiente, o de nuestra salud. Una de ellas son los alimentos genéticamente modificados. La productividad y sus costos han obviado los posibles perjuicios