Desde hace bastantes años se ha ido tomando conciencia de cómo la contaminación química a la que nos vemos expuestos puede tener repercusiones en nuestra salud. Estos químicos nos acechan desde incontables fuentes, algunas inimaginables. Aire, agua, alimentos, cosméticos, ropas, pinturas y otros materiales de construcción, en fin... ¡para no acabar!
¿Quién de ustedes no conoce a alguien que haya tenido problemas con la glándula tiroides? Ese estratégico órgano localizado en la parte baja del cuello, inadvertido hasta que dé problemas. Las enfermedades de la tiroides pueden relacionarse con la función de la glándula (exceso o déficit de trabajo) o con su estructura (agrandamiento), y suelen ser más frecuentes en mujeres.
El artículo aquí mencionado establece una relación entre las enfermedades tiroideas y un químico presente en algunos telas y sartenes.
Esta investigación aparecida en la revista "Environmental Health Perspectives", encontró que quienes tienen altas concentraciones sanguíneas de esta sustancia muestran también mayores tasas de alteración en la glándula de tiroides, que como sabemos, afecta al metabolismo del cuerpo.
¿Quién de ustedes no conoce a alguien que haya tenido problemas con la glándula tiroides? Ese estratégico órgano localizado en la parte baja del cuello, inadvertido hasta que dé problemas. Las enfermedades de la tiroides pueden relacionarse con la función de la glándula (exceso o déficit de trabajo) o con su estructura (agrandamiento), y suelen ser más frecuentes en mujeres.
El artículo aquí mencionado establece una relación entre las enfermedades tiroideas y un químico presente en algunos telas y sartenes.
Esta investigación aparecida en la revista "Environmental Health Perspectives", encontró que quienes tienen altas concentraciones sanguíneas de esta sustancia muestran también mayores tasas de alteración en la glándula de tiroides, que como sabemos, afecta al metabolismo del cuerpo.
Un grupo de científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) ha elaborado un estudio en el que asegura que el ácido perfluorooctanoico, químico presente en productos como las sartenes antiadherentes y las telas impermeables, está relacionado con la alteración de las funciones reguladoras del metabolismo de la glándula tiroides. El equipo británico analizó a 3.966 estadounidenses adultos mayores de 20 años, de los que se tomaron muestras sanguíneas entre 1999 y el 2006 para buscar PFOA. Los expertos encontraron que aquellos que tenían un mayor nivel de concentración del ácido (más de 5,7 nanogramos por mililitro) presentaban el doble de probabilidades de desarrollar una enfermedad de la tiroides en comparación con los individuos con los menores niveles de PFOA (menos de 4 ng/ml).
"La enfermedad de esta glándula a menudo se debe a que el propio sistema inmune del cuerpo ataca a la tiroides" dijo Ashley Grossman, profesora de neuroendocrinología de la Universidad Queen Mary de Londres.. "Por eso, quizás este químico está teniendo un efecto en el sistema inmunológico, no en la tiroides" señaló. Las personas con baja función de la tiroides pueden perder el cabello, subir de peso y sentirse fatigadas. En cambio, los pacientes con hiperactividad de la glándula pueden perder peso y sentir que su corazón se acelera.
(leer referencia)
"La enfermedad de esta glándula a menudo se debe a que el propio sistema inmune del cuerpo ataca a la tiroides" dijo Ashley Grossman, profesora de neuroendocrinología de la Universidad Queen Mary de Londres.. "Por eso, quizás este químico está teniendo un efecto en el sistema inmunológico, no en la tiroides" señaló. Las personas con baja función de la tiroides pueden perder el cabello, subir de peso y sentirse fatigadas. En cambio, los pacientes con hiperactividad de la glándula pueden perder peso y sentir que su corazón se acelera.
(leer referencia)
Comentarios
Publicar un comentario