El Instituto de Nutrición de América es una organización sin fines de lucro que ha patrocinado la investigación independiente desde hace 33 años. Sabemos lo difícil que es conducir investigación independiente, por cuanto como dice el refrán “el que paga el baile escoge la música”. Por la extensión del artículo será necesario comentarlo por partes.
Las estadísticas presentadas en el informe concluyen que la medicina (oficial) norteamericana es la causa # 1 de muerte en los Estados Unidos. Denuncian los autores que algo está “drásticamente mal” (o como diríamos nosotros “huele raro”) cuando las instituciones reguladoras advierten que es peligroso emplear suplementos nutricionales u hormonas naturales, cuando las estadísticas demuestran que es la medicina oficial el verdadero peligro. Las evidencias contundentes permiten afirmar que la medicina oficial causa frecuentemente más daño que beneficio.
El documento, exhaustivamente documentado, presenta estadísticas sobre el número de personas que sufren en los hospitales reacciones adversas a los medicamentos, a los que se le prescriben antibióticos innecesaria o inapropiadamente, a los que se les practicaron procedimientos médicos o quirúrgicos innecesarios, o los que fueron hospitalizados innecesariamente.
La estadística más impresionante concluye que el número total de muertes causadas por la medicina convencional es de casi 581.926 por año. Es evidente entonces que el sistema médico estadounidense es una de las principales causas de muerte y lesiones en los EE.UU.
El artículo comienza definiendo el término iatrogenia, esto es, la muerte o daño inducidos inadvertidamente por un médico o cirujano, o por tratamientos médicos o procedimientos diagnósticos. Los informes hasta ahora conocidos son solo una realidad fragmentaria, de un todo inmenso que hasta ahora no había sido contemplado en su magnitud global.
Incluso el Instituto de Medicina, parte de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., señala que la atención sanitaria norteamericana no es tan segura como debiera, y señala una lista de problemas que comúnmente se producen en la prestación de servicios sanitarios y que tienen, al final, costo en vidas humanas. Señala que dentro de la “epidemia nacional de errores médicos”, las reacciones adversas a los fármacos ocupan un lugar importante.
Un artículo del Dr. C. Furberg y otros, publicado en la revista Archives of Internal Medicine, comentando el tema de la seguridad con los fármacos y la vigilancia de la FDA (Administración Federal de Fármacos), señala que en su vigilancia inicial del proceso de aprobación de fármacos, frecuentemente falla en detectar las reacciones adversas severas.
La denuncia y comprensión de esta realidad, precisamente en EE.UU., considerado por muchos como modelo de adelantos y atención médica (¡y de consumo de fármacos también!), debe sin duda traer a la reflexión. En posteriores comentarios continuaremos con más de esta publicación.(artículo completo en inglés)
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