La fibromialgia, también conocida como síndrome de dolor miofascial, es una condición en la que el enfermo sufre de dolor crónico en músculos, tendones, ligamentos, tejidos fibrosos y otras zonas. Si bien puede afectar prácticamente cualquier zona del cuerpo donde tengamos de estos tejidos (¡es decir, por todo lado!), las regiones que frecuentemente se ven más afectadas son el cuello, la nuca, el tórax, los hombros, la región lumbar y los muslos. La forma idiopática (sin causa conocida) generalizada (por diferentes partes del cuerpo) suele ocurrir en mujeres jóvenes sanas de mediana edad que tienden a estar estresadas, tensas, deprimidas, ansiosas y que tienden a esforzarse mucho en sus deberes. De hecho, en tramiento médico convencional con fármacos, se recurre con frecuencia al uso de antidepresivos.
La fibromialgia es una condición crónica dolorosa difícil de diagnosticar y de tratar. Un porcentaje importante de pacientes con fibromialgia deciden recurrir a la medicina complementaria/alternativa (MAC ó CAM por sus siglas en inglés), ya sea decepcionados de los resultados del tratamiento convencional, o bien, en busca de alternativas con menos efectos secundarios que los fármacos (los más usados son los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos y los antidepresivos).
Un estudio elaborado en el año 2004 por el Departamento de Medicina Integrativa del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Arizona, mostró que los pacientes con tratamiento homeopático para la fibromialgia lograban una significativa mejoría en el dolor, logrado tanto en el número de puntos dolorosos como la intensidad del dolor. También lograron una mejoría en su calidad de vida, en el estado general de salud y tuvieron menor tendencia hacia la depresión, en comparación con aquellos pacientes que tomaron el placebo.
Un nuevo y más reciente estudio elaborado por R Terry y colaboradores del Departamento de Medicina Complementaria de la Escuela de Medicina de la Universidad de Exeter (Reino Unido), se propuso hacer una evaluación crítica y sistematizada de tratamientos individualizados con MAC para el tratamiento de la fibromialgia. Cinco revisiones sistemáticas que llenaron los criterios de inclusión, evaluaron la efectividad de la homeopatía, la quiropraxia, la acupuntura, la hidroterapia y el masaje. Las revisiones mostraron que había evidencia de los efectos beneficiosos surgidos de la acupuntura, la homeopatía, la hidroterapia y el masaje, mientras que no se encontró beneficio con la quiropraxia. Los investigadores discuten las implicaciones de estos hallazgos así como guías futuras para la aplicación de las MAC en el tratamiento del dolor crónico.
Fuentes:
Rheumatology, vol. 43, is. 5 (leer artículo en inglés)Clinical Rheumatology, 2011 May 26. (leer artículo en inglés)
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