Una revisión publicada por el Comité Europeo para la Homeopatía analiza algunos estudios sobre los datos obtenidos, en función de resultados y costos de la Homoepatía. Estos comparan el empleo de la homeopatía por parte de médicos que incorporan este método de tratamiento en su práctica de Medicina General, con respecto a aquellos que no lo hacen.
Los medicamentos homeopáticos tienen un mucho menor costo que los medicamentos convencionales. Esto ocurre porque son sustancias genéricas que no pueden ser patentadas, así como tampoco las sustancias medicinales con las que son preparados. Por otro lado sucede, a raíz de que los médicos homeópatas necesitan obtener una gran cantidad de información de sus pacientes, que las consultas médicas son más prolongadas, con el consiguiente mayor costo por consulta (en Europa y otros países puede ser hasta el doble de una consulta médica convencional). Por esto (menor costo de la receta, y mayor costo de la consulta) concluyen que la inversión global para los pacientes suele equipararse.
Sin embargo, para una perspectiva a largo plazo, es probable que la homeopatía ahorre dinero. Ocurre que los pacientes en tratamiento homeopático no solo obtendrán la mejoría buscada de sus molestias del momento, sino que su susceptibilidad a enfermarse disminuirá a medida que ocurre una mejora general en su salud. Esto llevará a una menor necesidad de consultas médicas. Diversos estudios sugieren que los pacientes que son tratados con homeopatía utilizan menos medicamentos, tienen mejor salud, menos tiempo de incapacidad laboral, menos visitas a los médicos especialistas y menores tiempos de hospitalización que los pacientes de médicos convencionales.
El estudio concluye que al largo plazo, la homeopatía puede otorgar significativos ahorros para los sistemas de salud pública.
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