Se le llama
"prescripción en cascada" a aquella situación en que un nuevo fármaco
es prescrito para "tratar" una reacción adversa producida por otro
fármaco, al suponer, erróneamente, que se desarrolló una nueva condición
médica. Cuando esto ocurre, pueden ser prescritos hasta 4 o 5 fármacos, aumentando
así el riesgo de agravar o generar nuevos eventos adversos.
El término fue propuesto
por la Dra. Paula Rochon, profesora de Medicina y de Medicina Geriátrica, de la
Universidad de Toronto, en Canadá, en 1995, como un problema asociado a la
polifarmacia de los adultos de edad avanzada, en quienes más frecuentemente ocurre
esta condición. Es común que los adultos mayores se hallen bajo tratamiento con
5 o más fármacos.
"El ser humano
busca siempre la magia y que una pastilla resuelva todo. Y a menudo no tiene
conciencia del daño que pueden producir", señala el Dr. Héctor Serra,
profesor de Farmacología en la UCA y de la Facultad de Medicina, en la
Universidad de Buenos Aires.
En la revista Geriatrics
& Gerontology International, Liu y colaboradores reportaron el caso de una
paciente de edad avanzada que desarrolló tos por un fármaco antihipertensivo
(un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina) y recibió un supresor
de la tos a base de codeína y un antibiótico, que le produjo una diarrea por la bacteria Clostridium difficile. La paciente terminó internada por delirio y
deshidratación.
De acuerdo con la Dra.
Rochon otro problema es que "el parkinsonismo, la confusión, la
hipertensión y otras condiciones médicas que resultan de la prescripción en
cascada pueden ser malinterpretadas como problemas relacionados con la
edad".
Fuente:
“Puntaje y algoritmo para identificar las "prescripciones encascada" - Medscape - 2 de agosto de 2017.”
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