Los probióticos son
aquellos organismos vivos, principalmente bacterias y levaduras, que son
agregados como suplemento a la dieta y que benefician al huésped mejorando el
balance microbiano de su flora intestinal. (Fuller, 1989).
Se ha demostrado sus
efectos beneficiosos en una gran cantidad de padecimientos, entre ellos las
diarreas, el síndrome del colon irritable, vaginitis, infecciones urinarias,
trastornos inmunológicos, estreñimiento, gripe, intolerancia a la lactosa,
hipercolesterolemia y alergias alimentarias, entre otras.
Ahora, según recientes
estudios, parece ser que los probióticos podrían ser efectivos en la reducción
de los principales síntomas depresivos en pacientes con trastorno leve a
moderado sin tratamiento.
Un grupo de
investigadores, encabezado por la Dra. Caroline Wallace, de la Queen's University, en
Kingston, Canadá, encontró que los síntomas de estado de ánimo depresivo,
anhedonia (la incapacidad de disfrutar lo que antes se disfrutaba) y trastornos
del sueño, se redujeron significativamente con el tratamiento probiótico
después de solo un mes.
Los hallazgos son de
particular interés, ya que los probióticos no están vinculados a ninguno de los
efectos adversos de las terapias antidepresivas actuales, y pueden tomarse de
manera segura durante largos periodos. La hipótesis radica en que los efectos
son regulados a través del eje del intestino-cerebro mediante la reducción de
la inflamación y el aumento de los niveles de serotonina.
"Hasta 60% de los
pacientes interrumpe el uso de antidepresivos en los primeros 3 meses, y una de
las causas más comunes se debe a los efectos secundarios de los
fármacos". En contraste, los
probióticos "no generan náusea, vómito, dolores de cabeza, ideación
suicida, ni disfunción sexual, y pueden tomarse a largo plazo. Éste, con el que
estamos trabajando, es un suplemento diario, se toma una vez al día, y
definitivamente podría utilizarse a largo plazo", señaló la autora.
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